
Según la Ley de Construcción , una vez presentada una solicitud completa con toda la documentación necesaria, incluido el plano principal del proyecto y la prueba de propiedad, el tiempo de procesamiento oficial es de alrededor de 45 días .
Sin embargo, esta es sólo una etapa de un proceso de espera mucho más largo.

Antes incluso de solicitar un permiso, los inversores deben esperar los diseños conceptuales, las aprobaciones de condiciones especiales y la finalización del proyecto principal, que involucra a arquitectos, ingenieros estructurales y topógrafos.
Pueden surgir retrasos adicionales si es necesario resolver disputas de propiedad , si se debe constituir una empresa para el proyecto o si se requieren informes adicionales, como estudios geomecánicos . En algunos casos, incluso las normativas de planificación urbana pueden requerir modificaciones.

La arquitecta Iva Ivas , jefa del equipo de arquitectura de DI Plan , destaca la complejidad del proceso: «La planificación de la construcción es compleja e involucra a muchas partes interesadas. Es crucial considerar el tiempo necesario para el diseño del proyecto, las aprobaciones, la documentación de propiedad y los estudios geodésicos , así como para la obtención del permiso. Los proyectos más complejos o las condiciones problemáticas del terreno inevitablemente conllevarán tiempos de espera más largos».
Si bien las estadísticas oficiales sugieren un período de aprobación promedio de 30 días , en realidad el proceso puede llevar años debido a demoras burocráticas, escasez de personal y solicitudes de revisión.

También existen diferencias regionales : Dalmacia e Istria experimentan una gran demanda de edificios relacionados con el turismo , como villas, hoteles y complejos de apartamentos , mientras que otras partes de Croacia ven menos presión de construcción.
Entonces, ¿qué es lo que causa más retrasos?
Según Ivas, los mayores problemas surgen cuando los promotores sobrepasan los límites de las normativas de planificación urbana , como la altura de los edificios, el número de plantas o los requisitos de aparcamiento .
La clave para evitar retrasos es una buena planificación y trabajar en estrecha colaboración con un arquitecto experimentado .
Se espera que este año se apruebe una nueva Ley de Construcción que podría aportar mejoras, aunque los detalles aún no están claros.

Ivas sugiere que una mejor planificación urbana, una menor burocracia, planes de ejecución obligatorios y una mayor responsabilidad de los diseñadores de proyectos podrían conducir a una construcción de mayor calidad y a un entorno mejor construido.
Además, la adopción de la tecnología BIM (Modelado de Información de Construcción) podría agilizar la construcción, reduciendo errores y costos inesperados. Una preparación y planificación adecuadas son esenciales para un proceso de construcción fluido y eficiente.